Columna publicada el 2 de Agosto de 2011 en el Oriente Express
No fueron demasiado fuerte las presiones a las que sometieron a Zapatero, bastante menores de las que me esperaba, pero ya tenemos las elecciones generales a la vuelta de la esquina. Con este movimiento, cambian las tornas, y de ser Rubalcaba el parapeto de Zapatero, ahora será al revés. La idea de Zapatero de no presentarse en ninguna lista hace que sea ahora quien vaya a recibir todos los golpes posibles mientras Rubalcaba seguirá un camino alternativo que le distancie del Presidente del Gobierno para buscar su propio camino, mientras que el PP dirigirá toda su estrategia buscando el mayor desgaste posible de Rubalcaba, evitando de ese modo explicar cúales son esas maravillosas medidas que hay que tomar para salir de la crisis y que nunca han planteado en los últimos tres años.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que dificilmente el cambio que se produjo en las elecciones autonómicas afecte a las generales. Están tan cerca ambas elecciones, que posiblemente las diferentes medidas que vayan tomando los gobiernos autonómicos no propicien ningún desgaste al PP, y en todo caso, siempre pueden plantear un política de espera y dejar que pase el tiempo hasta las generales antes de tomar cualquier decisión.
Respecto a Asturias, la gran duda que se plantea es el camino a tomar por Foro. Sigo manteniendo que Cascos va a ir de cabeza de lista a las Generales, por lo que apenas estará 4 meses como presidente del Principado. Lo que ya es más complicado será que haya adelanto de elecciones y hacerlas coincidir con las Generales, pero el equilibrio de fuerzas existente en la Junta General puede propiciar que el sustituto de Cascos reciba un increíble desgaste y sí se vea obligado a hacerlo. Es el problema de una candidatura tan personalista. La verdadera aspiración de Foro es poder obtener los apoyos suficientes para convertirse en la llave de un acuerdo para el Gobierno con un PP que no gane las elecciones por mayoría absoluta. Pero esto ya es otro tema.
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